martes, 5 de agosto de 2008

De la mudanza de pertenencias, de sentimientos y de aspiraciones.

Como algunos saben, hace unos días por fin encontré un nuevo lugar para vivir, un espacio el cual tendré que hacer mío de nuevo. Ahora espero no tener que enfrentar violencia intrafamiliar o peor aún, el temor de ser atacado por unos fanáticos del islám que salgan a callarme en la noche con bazukas y metralletas en mano.

Encontrar este lugar fue verdaderamente un parto y aunque sé que jamás sentiré eso, por lo menos fue angustiante el hecho de poder convertirme en un homeless cualquiera, que tras no obtener éxito, regresa al seno materno (o sea, a la casa de mi mamá)...pero eso no pasó y estoy agradecido con la sra. maría luisa (la casera) y con avril (pa' que no la confundan con el mes) porque gracias a ellas y a la conjunción astronómica de los hechos que ya estoy ahí.

Y bueno, si encontrar el lugar idóneo fue complicado, la mudanza fue peor. Cada año, mi mudanza coincide con el cumpleaños de mi sobrino favorito Emiliano. Por lo tanto, no puedo ocupar el tiempo con amplitud y tengo que sacar fuerza de mi flaqueza.

Si bien mis familiares se ofrecieron a ayudar, siempre es mejor que sólo una persona falte a que falten 3 miembros de la familia, así que decidí que no solicitaría ayuda...ya es momento de agarrarme bien los pantalones y valerme por mí mismo (es pleonasmo??).

Fue así como el sábado pasado, tomé mis pertenencias y partí hacia un nuevo horizonte...a unas 10 cuadras de mi vida anterior. Suficientemente lejos como para abstraerme y mudar también mis sentimientos, las cosas que no me permitía abandonar por temor a quedarme sin nada. Sin embargo, así fue de cualquier forma.

Estos días he extraído de cada maleta, no sólo mis pertenencias más preciadas, sino todos aquellos recuerdos que amarraré con señales y pelos para que adornen el lugar, pero que jamás jugarán de nuevo entre mi espacio.

Y afortunadamente, dentro de esas valijas y belices, han salido disparadas un cúmulo de aspiraciones que buscaré cumplir mientras esté aquí. Definitivamente un gran futuro me espera, lleno de dolores musculares, cajas vacías y mucho potencial en cada pared vacía.

3 comentarios:

gerylico dijo...

recuerda que todo cambio es para bien!
te quiero concomi, y espero pornto conocer este nuevo recinto grumpiesco y echarnos unas chelillas. Me despido con esta frase un poco cursi, pero muy yo.
Después de la tormenta, sale el arcoiris!
(y bueeeeno sobre todo si vas a zona rosa jajajajaja)

Javier Manzanera dijo...

Amigo qué bueno que ya encontraste tu nuevo hogar. Habrá que conocerlo y echar unas chelas o un Wii. Sólo tengo que advertirte algo de ese lugar:

BEWARE OF THE GYPSIES

(jaja)

thesaddest dijo...

Hola tonto!

Jajajaja, te entiendo... sabes que te entiendo...

besos!
areli