miércoles, 6 de agosto de 2008

De Stallone, la rumpología y la oscura clarividencia.

Este tema surge gracias a la increíble recomendación de mi buen amigo Manza. Puedo decir con seguridad que "stumblear" es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo; ha cambiado mi perspectiva del internet. Y aunque este post no sea respecto al stumble, sólo diré que es una barrita en tu firefox que, con un solo clic, te lleva a destinos inesperados y casi siempre relevantes (como las portadas del álbum debut de chetes).

Bueno...continuaré con el tema central de este post. Gracias al stumble, encontré una nueva doctrina, una nueva forma de predicción del futuro: la rumpología.

Según wikipedia, la rumpología se define como:

El acto de predecir el futuro mediante la lectura de las líneas, pliegues y formas de los glúteos de una persona, de la misma forma que un quiromántico lee la palma de la mano*.

* Agradecemos la traducción de Concomio.


¿De dónde proviene esta interesante práctica? Según, Jackie Stallone (mamá de Rambo), esta forma de adivinación ya se practicaba desde los tiempos de la antigua Babilonia, aunque no provee de fuentes que lo acrediten.

Y ahora dejemos la teorética y comencemos con la práctica. Yo tengo muchas dudas respecto a la rumpología.

- ¿Qué significan las chaparreras?
- Si te engorda el trasero ¿tu futuro cambia?
- ¿La firmeza o guanguez de tus glúteos definen tu destino?
- Al inyectarse botox, ¿Ninel Conde tendrá mejores días? (parece que si)
- ¿El tamaño importa?
- Tener pelos en el culo ¿tendrá una implicación mayor que la carencia de ellos?
- ¿Los gays tendrán una vida más corta por usarlo más? (sin afán de ofender)
- ¿Qué nos dicen las estrías?

Y para entenderlo hay de 2 sopas:

1. Ir con la mamá de Stallone para que nos lea el culo o;
2. Tomar un curso intensivo de rumpología online (yo ya me inscribí)

...bueno, hay otra opción más y creo que es la que más me gusta:

3. Aprender empíricamente y desarrollar mi propia teoría.

Con base en la premisa anterior, primero tengo que seguir el paso 2 (por aquello de la credibilidad y las credenciales) y ya después pondré mi negocio, que seguramente tendrá mucho éxito (si ahorita me leyeran el trasero, seguro eso estaría escrito en él).

Pero que quede claro, voy a escoger bien a mi clientela. Nada de hombres, ancianos (ya no tienen tanto futuro que leer) y mujeres con traseros no gustosos de leer.

¿Quién quiere ser mi primera clienta?

martes, 5 de agosto de 2008

De la mudanza de pertenencias, de sentimientos y de aspiraciones.

Como algunos saben, hace unos días por fin encontré un nuevo lugar para vivir, un espacio el cual tendré que hacer mío de nuevo. Ahora espero no tener que enfrentar violencia intrafamiliar o peor aún, el temor de ser atacado por unos fanáticos del islám que salgan a callarme en la noche con bazukas y metralletas en mano.

Encontrar este lugar fue verdaderamente un parto y aunque sé que jamás sentiré eso, por lo menos fue angustiante el hecho de poder convertirme en un homeless cualquiera, que tras no obtener éxito, regresa al seno materno (o sea, a la casa de mi mamá)...pero eso no pasó y estoy agradecido con la sra. maría luisa (la casera) y con avril (pa' que no la confundan con el mes) porque gracias a ellas y a la conjunción astronómica de los hechos que ya estoy ahí.

Y bueno, si encontrar el lugar idóneo fue complicado, la mudanza fue peor. Cada año, mi mudanza coincide con el cumpleaños de mi sobrino favorito Emiliano. Por lo tanto, no puedo ocupar el tiempo con amplitud y tengo que sacar fuerza de mi flaqueza.

Si bien mis familiares se ofrecieron a ayudar, siempre es mejor que sólo una persona falte a que falten 3 miembros de la familia, así que decidí que no solicitaría ayuda...ya es momento de agarrarme bien los pantalones y valerme por mí mismo (es pleonasmo??).

Fue así como el sábado pasado, tomé mis pertenencias y partí hacia un nuevo horizonte...a unas 10 cuadras de mi vida anterior. Suficientemente lejos como para abstraerme y mudar también mis sentimientos, las cosas que no me permitía abandonar por temor a quedarme sin nada. Sin embargo, así fue de cualquier forma.

Estos días he extraído de cada maleta, no sólo mis pertenencias más preciadas, sino todos aquellos recuerdos que amarraré con señales y pelos para que adornen el lugar, pero que jamás jugarán de nuevo entre mi espacio.

Y afortunadamente, dentro de esas valijas y belices, han salido disparadas un cúmulo de aspiraciones que buscaré cumplir mientras esté aquí. Definitivamente un gran futuro me espera, lleno de dolores musculares, cajas vacías y mucho potencial en cada pared vacía.