martes, 24 de junio de 2008

Hace apenas 21 años...

...fue la última vez que viajé en compañía de mi padre. Con escasos 4 años hicimos nuestra visita anual al hermoso y hoy descuidado puerto de Acapulco. Un año antes, en 1986 tuvimos un accidente que casi nos costó la vida. Sin embargo, hoy se agradece que aquella situación no fuera factible, de modo que hoy tenga la posibilidad y el privilegio de vivir.

Aquel viaje en 1987 se ha borrado completamente de mi mente, de la misma forma que se borró la separación de mis padres y el profundo dolor que pudo haber causado. Han pasado 21 años, en los cuales mi padre estuvo presente "a secas", no hubo regaños, sobresaltos, castigos pero tampoco risas, consejos, juegos y enseñanzas.

De manera afortunada, un hombre recto y amoroso llegó a la vida de mi madre, y por consiguiente, a la mía. Aquel hombre hizo las veces de mi padre y llenó ese hueco que naturalmente se formó con la separación de mi progenitor.

Apenas hace unos días que, después de 21 años (reitero), viajé con mi padre, mi madre, mi hermana, mi cuñado y emiliano (él si tiene nombre). Fue un viaje en extremo placentero, no sólo por el clima tan bondadoso que nos otorgó el cielo, sino porque experimenté una sensación de bienestar conocida, pero olvidada.

Y después de vivir este momento, se ha decretado no olvidar esta sensación que alimenta, que nutre, que vibra. Gracias pa por recordarme que aún sigues cerca.

La Asumisión de las responsabilidades

Para empezar, debo aclarar que últimamente me he convertido en uno de esos extraños seres que viven preocupados por su futuro laboral, por lo que construir una vida en el presente se torna complejo.

He asumido responsabilidades que nadie más tenía el agrado de tomar por suyas en la agencia y hasta hace poco tiempo había resultado satisfactorio. Sin embargo, la fiesta terminó, los problemas surgen de todos lados y la remuneración emocional se reduce a nada.

Nuevo jefe se ha proclamado en este reino, donde sólo los lambiscones y arlequines sobresalen. Ahora tengo que rendir tributo al gobernante en asunción, cuando el funcionamiento de todo el feudo había rendido frutos al convertirse en uno de los más prósperos, a pesar de su humilde origen.

A pesar de tener ciertos conocidos en la corte, parecen haber olvidado el pasado juntos, cuando combatieron en pro de otro ejército....del cual, salieron victoriosos. Ahora era justo el momento de aprovechar esas alianzas, sin embargo, el afán de poder y el hambre de injusticia y compadrazgo han mermado dichos lazos.

Hoy me debato entre tomar el poder con mis propias manos y forjar el futuro de esta pequeña aldea o dejar el control a los grandes, a los renombrados....a aquellos lambiscones, arribistas y hambrientos de sangre inocente.

Por lo pronto tengo aliados, valerosos que renacen de las sombras, sabios que comparten sus palabras y consejos y sobre todo, de amigos que luchan en pro de un futuro más prolífico, más sonriente, más futuro.

martes, 10 de junio de 2008

Mitología moderna

El tiempo en que los dioses volvieran a esta tierra ha llegado. Durante décadas han esperado pacientes en sus aposentos pero el tiempo por fin se ha cumplido. Sólo que esta vez sería diferente, la profecía contaba que habría un dios personal que se mezclaría con los hombres y cumpliría todos los deseos de su elegido.

Así fue cuando, sin avisar, aquella diosa poderosa y justa, llegó frente a su elegido. Él había escuchado de ella, incluso la había imaginado en sueños...era justo como la imaginó. Aquella deidad que bajó a los hombres lo había elegido, ahora era su turno de aprender a lidiar con una diosa.

Buscó y buscó colegios, academias y hasta chamanes...estaba empeñado en tomar clases de mitología moderna.

Gracias a ti....me siento un semi-dios.

Levitación sacra

Una peregrinación anticipada por fin se concretaba. El destino era incierto, sólo los sacerdotes conocían ese sacro lugar. Las multitudes se congregaban desde diferentes puntos de la orbe para encontrar su destino...la epifanía por fin sería cumplida.

El lugar debía ser especial, majestuoso para acoger tal acontecimiento sin precedentes. Asi fue. Entre enormes cerros se dejaban escuchar hermosos cantos que preparaban el camino para la visita de los dioses.

La muchedumbre comenzaba a impacientarse...el sol se escondía entre los montes y un olor a hierba encendida se percibía en el ambiente. Y el momento por fin llegó...los encargados de llamar a los dioses con sus cánticos pisaron la tierra sagrada....se hacían llamar Sigur Rós y provenían de lejanas tierras nórdicas.

Los dioses no tardaron en aparecer y una ligera lluvia cubrió aquel lugar y justo después el viento hizo levitar miles de partículas en el cielo que hipnotizaron a todos los presentes durante varios minutos.

El momento terminó rápidamente, pero la experiencia extrasensorial valió la pena.