viernes, 13 de noviembre de 2009

De la exclusividad de las sensaciones.

Justo después de leer un post en el blog de mi primo que comienza con una declaración muy unilateral pero para mí es muy cierta:

Que bella la sensación de perderse dentro de uno mismo. Despreocupada y desinteresadamente con el puro afán de soltarse un poco de las amarras y tragarse un poco de libertad. (aleroy.blogspot.com)

Así que, despreocupada y desinteresadamente, me ensimismé como hace tiempo no lo hacía. En estos momentos cavilativos empecé a pensar en las muchas veces que he repetido una acción pero que, a su vez presenta una unicidad en las sensación que se manifiesta al ejecutarla.

Un ejemplo muy vago y banal, es tomarse una cerveza. No importa cuántas veces, incluso en la misma noche que tomes una cerveza, la sensación que te produce la misma acción es única. Los factores tanto internos como externos son los que sazonan el momento para que nos dé un sabor diferente cada vez.

Y así como las cervezas, con la comida sucede lo mismo, puedes comer un chocolate, la misma marca de siempre, a la misma temperatura, y de cualquier forma, se siente diferente.

Otro ejemplo es un beso y quiero aclarar que no se trata de distintos tipos de beso. El mismo beso que le doy a mi novia al despedirme, uno sencillito y breve, produce un revoloteo distinto cada vez, a veces le pones atención a la textura de los labios, alguna otra vez a la distancia que se producirá en cuanto subas al auto y otras veces simplemente cambia al reconocer que tienes el privilegio de hacerlo cada noche.

Ahora, después de buscar departamento 3 veces y haber visto unos 25 o 30 departamentos, la sensación que me acompaña cada vez que subo al coche con mi novia a buscar nuestro nuevo hogar, es totalmente diferente. La emoción de tomar el celular y hacer una llamada, el delicioso cansancio después de caminar sin parar, la desilusión de saber cuánto cuestan los departamentos que nos gustan y la ilusión de saber que, en algún lugar y a 48 días de distancia, nos espera una nueva vida juntos.

Y la sensación que me produjo el desensimismarme y darme cuenta de que la vida nunca será monótona ni aburrida si prestamos atención a estas minucias, también fue única.

1 comentario:

2bproducciones dijo...

Gracias por tomarme en cuenta primo! Me da gusto que mis palabras hayan inspirado un pensamiento. Aunque debo decir que en este escrito me das la razón sin querer: ves como no se trata de la botella sino del porque de la botella jaja.