Esta historia se remonta a hace apenas unas semanas, justo el día 23 de diciembre. Como siempre, olvidamos algunos regalos y fuimos Tupi, su mamá y yo a un centro comercial en la lejana tierra de interlomas.
Llegamos a una de esas tiendas, comandada por niñas de apenas 18-20 años, cuya mercadería china es apreciada por mucha gente, incluídas las mujeres y niñas de la alta sociedad...dicen que ahí encuentras TODO lo que esta de MODA.
Así que entre collares, pulseras doradas, aretes más grandes que la oreja de un elefante, libretas, bolsas, sellos, dulces, orejeras y demás expresiones artísticas manuales, la mamá de Tupi decidió tomar unas plumas de esas bastante barrocas con muñequitos que tienen muñequitos en las manos que a su vez tienen muñequitos en sus manos.
Acto seguido le preguntó a una de estas "serviciales muchachitas" sobre el uso de estas plumas. -¿si pintan?- dudando que una pluma tan adornada fuera útil más allá de su apariencia ornamental. La niñita en cuestión tomó la pluma y en una libreta pintó varias rayas sin sentido.
- Ahora llévese la pluma y pague la libreta- balbuceó la vendedorcita de cuarta, a lo que mi suegra se negó. Una pequeña batalla verbal comenzó hasta que llegó una "supervisora", un año más grande que esta otra malencarada escuincla.
Para sorpresa mía, mi suegra no contestó ni repeló nada, simplemente no pagó.
Cuando me enteré, comenzó esta experiencia extrasensorial incosciente, con cada palabra se enardecían más mis ideas hasta que fui transportado a un mundo paralelo, en el que se tenía que hacer algo respecto a la gentuza como ésta.
Pregunté ¿quién es la vieja que te hizo esto? - Ya no importa - contestó mi suegra. ¿Cómo que no importa? repliqué. Como no había nada qué hacer porque la mona en cuestión desapareció, nos fuimos, pero mientras caminábamos al estacionamiento, fui construyendo esta historia, lo que debió pasar y la tunda que debió recibir la susodicha.
He aquí esta vía paralela a la realidad:
"Entré a la tienda buscando a la "supervisora", quien cotorreaba en la trastienda con otras de las que deberían estar atendiendo, le cuento la situación, parece que regañará en nuestra presencia a la vendedora, pero sólo nos comenta que lo hará. Enojado por una risita que soltó dicha vendedorsilla, agarré uno de los anaqueles de joyería y accidentalmente tropecé con él. - tiene que recogerlo - dijo la vendedora, sólo salí de la tienda y solté una risita idéntica a la que había hecho momentos antes".
Tal vez no fue muy gallito, pero alivió mi ira. Al llegar al estacionamiento, yo ya lo había olvidado.
Próximamente escribiré la 2a entrada de esta temática:
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Pasos psicóticos
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1 comentario:
amo amo amo y super amo tu nueva temática bloggera, simplemente me encanta porque soy una de esas personas que como tú se crea millones de historias de una realidad alterna! Ahhh estoy tan feliz, no puedo esperar a tu siguiente post. Hasta me dan ganas de escribir una en mi blog.
te quiero
BTW si hubieras hecho lo del pequeño tropiezo accidental, te hubiera creído 100% jaja eres malo por dentro, y por fuera usas una pequeña sonrisilla...
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