Volviendo a mi nueva temática, seguiré con uno de esos casos que se presentan en varias formas y tiempos. Tantas veces como se repita el hecho en la realidad, se reproducirá otra historia diferente, así que aquí sólo plasmaré un par de las historias que se han creado en mi cabeza después de escuchar unos pasos psicóticos.
Todo comienza con una caminata, ya sea del metro a tu casa, en el centro, una escapadita a la tienda de la esquina porque a las 10 de la noche se te antojó un chocotorro o cualquier otra razón por la cual debas caminar y además, hacerlo solo.
Así se presenta la escena, un día entre semana como a las 7 y media de la noche, ahora que camino todos los días del metro auditorio al trabajo de Tupi, para irnos al depa. Hay algunas partes sobre reforma que no tienen luz y además hay un "bosque" pequeño que se ve bastante tenebroso.
No es raro que me encuentre a hordas de personas caminando en sentido contrario al que voy, ya que se dirigen al auditorio pero llega el momento en que me encuentro solo. De repente empiezo a escuchar un par de pisadas que se acercan presurosamente a las mías, acelero el paso, las pisadas se escuchan más y más cerca, son unos pasos psicóticos pero no quiero voltear, es entre miedo, precaución y ahorro de tiempo.
Justo en ese momento, me transporto a otro mundo, a esta realidad alterna, a este mundo paralelo y comienzo a imaginar qué es lo que haría en caso de que se me acercara una persona con intenciones no tan agradables.
Algunas veces me he imaginado como un tipo "Steven Seagal" o incluso Sandra Bullock en "Miss Simpatía", que, utilizando el impulso del otro, lo tomas del brazo y lo mandas a volar, y antes de que pueda pararse, le das unas patadas en las costillas por si se atreve a querer amedrentarte.
Otras veces he traído, por causas inexplicables, un pequeño desarmador, de esos que sirven para abrir relojes. Así que lo tomo fuertemente y con violencia, se lo encajo en alguna parte del cuerpo, pero que no sea mortal, namás que lo detenga un poco en lo que huyo.
Y existe una variante que se suscitó gracias a un consejo de mi amigo logan, que me dijo que tomara una moneda de mi bolsa y cuando se acercara este psicótico, ¡zas! que se la avientas en la "jeta" ( en palabras de logan), según él, cuando se recupera, tú ya estás a 10 cuadras de distancia.
Pero debo decir que también sucede este fenómeno cuando hay una persona que se dirige por la noche hacia ti. Es extraño porque estás observando sus movimientos, pero conforme se acerca el cruzamiento, empiezas a sufrir una arritmia cardiaca y de nuevo vuelas a aquel lugar en el que eres todopoderoso y te salvas de la situación.
He imaginado cosas tan tontas como brincar encima de los autos o pegarle con mi lonchera, jaja...incluso he ido a mi mundo paralelo para dialogar con el productor de aquellos pasos psicóticos, con eso de que dicen que, hablando se entiende la gente.
Esperen el próximo post: Encuentros casuales.
martes, 9 de febrero de 2010
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