Después de un rato de no escribir, continuaré con esta serie de posts. Para recordar un poco, esta temática habla de cómo las personas tendemos a hacer historias en nuestra cabeza cuando un detonador lo provoca. Ya hablamos de los pasos psicóticos, los encuentros casuales y ahora va: La llegada tarde.
Es más que común en nuestra honorable cultura mexicana llegar tarde. Lo sabemos aquí y lo notan los extranjeros, incluso hacemos bromas al respecto. Pero no es lo mismo hablar de ello fuera de contexto que cuando te toca sufrir la espera.
He de confesar que soy muy malo con la puntualidad, ya he tenido varios problemas laborales y sobretodo personales por este tema. Sin embargo, no es momento de hablar de mis problemas sino del momento en el que uno se encuentra del otro lado.
Imaginen que han quedado en una cita con alguien, tal vez se los presentaron en una reunión o los conocieron por internet (hay casos, lo juro) y esta cita es su primer encuentro formal para ver cómo se presentan las cosas, a ver si acaso surge alguna chispita que aliente a un futuro interesante.
Así que llegan a la hora exacta, si no es que una media hora antes...el chiste es que no perciba tu falta de puntualidad desde el primer momento, no vaya a ser que le traiga recuerdos maliciosos y no quiera verte más.
El tiempo pasa leeeeeeeeennnnnnnnnttttttttttttooooooooooo en lo que esperas a tu cita, tú ya empiezas a impacientarte y vez el reloj una y otra vez, hasta que esta acción pierde todo sentido.
Por fin llega la hora en la que acordaron, le das unos 5 minutos de tolerancia, sin contar los otros 30 que llevas esperando....no llega, entran personas al lugar de encuentro pero ninguna (o) parece ser tu cita.
Es justo en este instante que te transportas a este mundo paralelo, a esta realidad alterna de invenciones sin límite.
Lo primero que te viene a la cabeza, y sabrá Dios porqué, tal vez sea una falta de autoestima o escasez de seguridad, pero te dices a tí mismo: "seguro ya no vino, lo pensó bien y ya no le latió, ¿Será que no le gusté? ¿le habrán contado algo de mí?" entre muchas otras preguntas.
O también puede surgir este pensamiento fatalista...¿le habrá pasado algo? ¿estará bien? Y te debates entre llamarle y no hacerlo, pero lo piensas mejor y no le llamas...no vaya a pensar que eres un stalker desesperado y te reste puntos.
Incluso uno llega a pensar cosas tan sin sentido (aunque algunas veces lo tiene) como ¿habremos quedado en este lugar? ¿no se habrá quedado con la idea de que era en el otro café?
Mientras todos estos pensamientos inundan tu cabeza, tu cita entra apurada e incluso algo apenada por el tiempo de retraso. Tú ya andas algo molesto o preocupado, como si lo que pensaste fuera real.
Lo primero que hace tu cita es explicarte el motivo de su tardanza....era algo tan simple como "se me pasó el tiempo arreglándome o el pecero se detuvo en la base o hubo una inundación, o mi perro no quería hacer del baño"...nada comparado a los hechos acontecidos en tu mundo paralelo.
El resto de la historia después de ese encuentro generalmente no tiene nada que ver con la llegada tarde, sino con tu impuntualidad en las siguientes citas.
Esperen el próximo post: Rostros en el transporte público.
viernes, 9 de abril de 2010
jueves, 4 de marzo de 2010
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Encuentros casuales
Después de un tiempecito que no escribía por distintas razones, regreso a esta dinámica bloggera. El tema de este viaje hablará de los encuentros casuales.
Y cuando me refiero a la palabra casuales, no sólo estoy acotando los encuentros que tienes en una fiesta, café o reunión varia con alguien que no conoces, sino también con aquellas sorpresas que te llevas cuando empiezas a transportarte a ese mundo paralelo con alguien que ha sido tu amigo o amiga y que nunca viste de esa forma, al menos en este mundo.
Al igual que el post anterior, estas experiencias varían de momento a momento y, la cantidad de vidas paralelas que se han suscitado sobre este tema, son directamente proporcionales a las veces que has estado expuesto a ellas.
Llegas a una fiesta, una de esas veces que conoces sólo a un par de personas pero traes toda la actitud de ligarte a él/ella...ni siquiera sabes bien cual será el plan pero te pones tu mejor outfit y sales dispuesto a todo.
Obviando toda la parte de la fiesta, por fin él/ella te echan el ojito, de una u otra forma se encuentran, platican un poco y al calor de las copas empieza a parecerte más atractivo (a)...sin importar que al principio no sería ni siquiera una opción.
Es justo aquí cuando empieza este viaje psicotrópico que te lleva al mundo paralelo. Es ahí cuando empiezas a imaginar todos los escenarios posibles:
2. Estás a punto de besarla y piensas, igual voy muy rápido, qué tal si se ofende y me cachetea? y si no le gusta cómo beso?? Uy no, qué van a pensar de mí? y si es prima de mis cuates?? qué tal si es una stalker y luego no me deja de llamar?
De la misma forma, te quedas con el beso nada más o capaz, muy gallito, te avientas. En el mejor de los casos, no se vuelven a llamar, en el peor escenario, sí es una stalker, psicópata, prima de tus cuates y desgraciadamente le encantan tus besos.
Por otro lado, también está el momento en que estás un poco deprimido o simplemente traes ganas. Vas a la fiesta, con los mismos cuates de siempre, obviamente piensas que te encontrarás con algún amiga de un amigo(a) pero jamás piensas en alguien del grupito....."cómo lo harías si ya son casi hermanos".
Sin embargo, pasan las horas, la pasas bien pero no puedes dejar de pensar en las ganas que traes de mínimo, besuquearte a alguien. Conforme avanza la velada, las copas sustituyen al cachondeo y peor si un posible ligue nada más no te peló.
Es ahí donde, lamentable y recurrentemente suceden las cosas más increíbles de la vida. Volteas a un lado y empiezas a ver a tus amigas (os), ves el que no tenga que ver con otro cuate, el que no esté tan mal y pues capaz, el más inofensivo.
Poco a poco empiezan las insinuaciones, a veces funcionan y a veces asustan. Pero bueno, justo en el momento en que comienzas a evaluar la posibilidad, viajas vertiginosamente a este mundo paralelo de posibilidades:
- Uy, es que es esta chava, qué tal si se freakea y si no sale bien el rollo, se va a poner difícil en la chamba o en la siguiente fiesta. Qué tal si se burla de mi por intentarlo o igual me rechaza porque ella sí cree que somos hermanos.
- En otro escenario, te vale madres y te lanzas con todo, así como no queriendo la cosa, empiezas a acercarte hasta que ¡zaz! se acomodan unos bocinazos bien dados, pasan las horas...jamás pensaste que funcionaría, jamás imaginaste lo bien que besaría y menos las cosas que te provoca.
Los finales imaginarios los omito, ya que pueden resultar ofensivos o extralimitados para este foro. Pero sin importar las situaciones, nada más con imaginar en dar el paso en un encuentro casual, se desatan millones de historias y pensamientos....de cualquier modo, nunca es como lo pensaste.
Esperen el próximo post: La llegada tarde
Y cuando me refiero a la palabra casuales, no sólo estoy acotando los encuentros que tienes en una fiesta, café o reunión varia con alguien que no conoces, sino también con aquellas sorpresas que te llevas cuando empiezas a transportarte a ese mundo paralelo con alguien que ha sido tu amigo o amiga y que nunca viste de esa forma, al menos en este mundo.
Al igual que el post anterior, estas experiencias varían de momento a momento y, la cantidad de vidas paralelas que se han suscitado sobre este tema, son directamente proporcionales a las veces que has estado expuesto a ellas.
Llegas a una fiesta, una de esas veces que conoces sólo a un par de personas pero traes toda la actitud de ligarte a él/ella...ni siquiera sabes bien cual será el plan pero te pones tu mejor outfit y sales dispuesto a todo.
Obviando toda la parte de la fiesta, por fin él/ella te echan el ojito, de una u otra forma se encuentran, platican un poco y al calor de las copas empieza a parecerte más atractivo (a)...sin importar que al principio no sería ni siquiera una opción.
Es justo aquí cuando empieza este viaje psicotrópico que te lleva al mundo paralelo. Es ahí cuando empiezas a imaginar todos los escenarios posibles:
- La (o) besaré y después nos iremos a su departamento o ya gacho mínimo a un hotel. Pero.....si es un(a) psicópata??? o qué tal si tiene costumbres raras...no lo parece pero, y si es un secuestrador o ya me puso droga en mi bebida.
2. Estás a punto de besarla y piensas, igual voy muy rápido, qué tal si se ofende y me cachetea? y si no le gusta cómo beso?? Uy no, qué van a pensar de mí? y si es prima de mis cuates?? qué tal si es una stalker y luego no me deja de llamar?
De la misma forma, te quedas con el beso nada más o capaz, muy gallito, te avientas. En el mejor de los casos, no se vuelven a llamar, en el peor escenario, sí es una stalker, psicópata, prima de tus cuates y desgraciadamente le encantan tus besos.
Por otro lado, también está el momento en que estás un poco deprimido o simplemente traes ganas. Vas a la fiesta, con los mismos cuates de siempre, obviamente piensas que te encontrarás con algún amiga de un amigo(a) pero jamás piensas en alguien del grupito....."cómo lo harías si ya son casi hermanos".
Sin embargo, pasan las horas, la pasas bien pero no puedes dejar de pensar en las ganas que traes de mínimo, besuquearte a alguien. Conforme avanza la velada, las copas sustituyen al cachondeo y peor si un posible ligue nada más no te peló.
Es ahí donde, lamentable y recurrentemente suceden las cosas más increíbles de la vida. Volteas a un lado y empiezas a ver a tus amigas (os), ves el que no tenga que ver con otro cuate, el que no esté tan mal y pues capaz, el más inofensivo.
Poco a poco empiezan las insinuaciones, a veces funcionan y a veces asustan. Pero bueno, justo en el momento en que comienzas a evaluar la posibilidad, viajas vertiginosamente a este mundo paralelo de posibilidades:
- Uy, es que es esta chava, qué tal si se freakea y si no sale bien el rollo, se va a poner difícil en la chamba o en la siguiente fiesta. Qué tal si se burla de mi por intentarlo o igual me rechaza porque ella sí cree que somos hermanos.
- En otro escenario, te vale madres y te lanzas con todo, así como no queriendo la cosa, empiezas a acercarte hasta que ¡zaz! se acomodan unos bocinazos bien dados, pasan las horas...jamás pensaste que funcionaría, jamás imaginaste lo bien que besaría y menos las cosas que te provoca.
Los finales imaginarios los omito, ya que pueden resultar ofensivos o extralimitados para este foro. Pero sin importar las situaciones, nada más con imaginar en dar el paso en un encuentro casual, se desatan millones de historias y pensamientos....de cualquier modo, nunca es como lo pensaste.
Esperen el próximo post: La llegada tarde
martes, 9 de febrero de 2010
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Pasos psicóticos
Volviendo a mi nueva temática, seguiré con uno de esos casos que se presentan en varias formas y tiempos. Tantas veces como se repita el hecho en la realidad, se reproducirá otra historia diferente, así que aquí sólo plasmaré un par de las historias que se han creado en mi cabeza después de escuchar unos pasos psicóticos.
Todo comienza con una caminata, ya sea del metro a tu casa, en el centro, una escapadita a la tienda de la esquina porque a las 10 de la noche se te antojó un chocotorro o cualquier otra razón por la cual debas caminar y además, hacerlo solo.
Así se presenta la escena, un día entre semana como a las 7 y media de la noche, ahora que camino todos los días del metro auditorio al trabajo de Tupi, para irnos al depa. Hay algunas partes sobre reforma que no tienen luz y además hay un "bosque" pequeño que se ve bastante tenebroso.
No es raro que me encuentre a hordas de personas caminando en sentido contrario al que voy, ya que se dirigen al auditorio pero llega el momento en que me encuentro solo. De repente empiezo a escuchar un par de pisadas que se acercan presurosamente a las mías, acelero el paso, las pisadas se escuchan más y más cerca, son unos pasos psicóticos pero no quiero voltear, es entre miedo, precaución y ahorro de tiempo.
Justo en ese momento, me transporto a otro mundo, a esta realidad alterna, a este mundo paralelo y comienzo a imaginar qué es lo que haría en caso de que se me acercara una persona con intenciones no tan agradables.
Algunas veces me he imaginado como un tipo "Steven Seagal" o incluso Sandra Bullock en "Miss Simpatía", que, utilizando el impulso del otro, lo tomas del brazo y lo mandas a volar, y antes de que pueda pararse, le das unas patadas en las costillas por si se atreve a querer amedrentarte.
Otras veces he traído, por causas inexplicables, un pequeño desarmador, de esos que sirven para abrir relojes. Así que lo tomo fuertemente y con violencia, se lo encajo en alguna parte del cuerpo, pero que no sea mortal, namás que lo detenga un poco en lo que huyo.
Y existe una variante que se suscitó gracias a un consejo de mi amigo logan, que me dijo que tomara una moneda de mi bolsa y cuando se acercara este psicótico, ¡zas! que se la avientas en la "jeta" ( en palabras de logan), según él, cuando se recupera, tú ya estás a 10 cuadras de distancia.
Pero debo decir que también sucede este fenómeno cuando hay una persona que se dirige por la noche hacia ti. Es extraño porque estás observando sus movimientos, pero conforme se acerca el cruzamiento, empiezas a sufrir una arritmia cardiaca y de nuevo vuelas a aquel lugar en el que eres todopoderoso y te salvas de la situación.
He imaginado cosas tan tontas como brincar encima de los autos o pegarle con mi lonchera, jaja...incluso he ido a mi mundo paralelo para dialogar con el productor de aquellos pasos psicóticos, con eso de que dicen que, hablando se entiende la gente.
Esperen el próximo post: Encuentros casuales.
Todo comienza con una caminata, ya sea del metro a tu casa, en el centro, una escapadita a la tienda de la esquina porque a las 10 de la noche se te antojó un chocotorro o cualquier otra razón por la cual debas caminar y además, hacerlo solo.
Así se presenta la escena, un día entre semana como a las 7 y media de la noche, ahora que camino todos los días del metro auditorio al trabajo de Tupi, para irnos al depa. Hay algunas partes sobre reforma que no tienen luz y además hay un "bosque" pequeño que se ve bastante tenebroso.
No es raro que me encuentre a hordas de personas caminando en sentido contrario al que voy, ya que se dirigen al auditorio pero llega el momento en que me encuentro solo. De repente empiezo a escuchar un par de pisadas que se acercan presurosamente a las mías, acelero el paso, las pisadas se escuchan más y más cerca, son unos pasos psicóticos pero no quiero voltear, es entre miedo, precaución y ahorro de tiempo.
Justo en ese momento, me transporto a otro mundo, a esta realidad alterna, a este mundo paralelo y comienzo a imaginar qué es lo que haría en caso de que se me acercara una persona con intenciones no tan agradables.
Algunas veces me he imaginado como un tipo "Steven Seagal" o incluso Sandra Bullock en "Miss Simpatía", que, utilizando el impulso del otro, lo tomas del brazo y lo mandas a volar, y antes de que pueda pararse, le das unas patadas en las costillas por si se atreve a querer amedrentarte.
Otras veces he traído, por causas inexplicables, un pequeño desarmador, de esos que sirven para abrir relojes. Así que lo tomo fuertemente y con violencia, se lo encajo en alguna parte del cuerpo, pero que no sea mortal, namás que lo detenga un poco en lo que huyo.
Y existe una variante que se suscitó gracias a un consejo de mi amigo logan, que me dijo que tomara una moneda de mi bolsa y cuando se acercara este psicótico, ¡zas! que se la avientas en la "jeta" ( en palabras de logan), según él, cuando se recupera, tú ya estás a 10 cuadras de distancia.
Pero debo decir que también sucede este fenómeno cuando hay una persona que se dirige por la noche hacia ti. Es extraño porque estás observando sus movimientos, pero conforme se acerca el cruzamiento, empiezas a sufrir una arritmia cardiaca y de nuevo vuelas a aquel lugar en el que eres todopoderoso y te salvas de la situación.
He imaginado cosas tan tontas como brincar encima de los autos o pegarle con mi lonchera, jaja...incluso he ido a mi mundo paralelo para dialogar con el productor de aquellos pasos psicóticos, con eso de que dicen que, hablando se entiende la gente.
Esperen el próximo post: Encuentros casuales.
martes, 19 de enero de 2010
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Vendedora mal encarada
Esta historia se remonta a hace apenas unas semanas, justo el día 23 de diciembre. Como siempre, olvidamos algunos regalos y fuimos Tupi, su mamá y yo a un centro comercial en la lejana tierra de interlomas.
Llegamos a una de esas tiendas, comandada por niñas de apenas 18-20 años, cuya mercadería china es apreciada por mucha gente, incluídas las mujeres y niñas de la alta sociedad...dicen que ahí encuentras TODO lo que esta de MODA.
Así que entre collares, pulseras doradas, aretes más grandes que la oreja de un elefante, libretas, bolsas, sellos, dulces, orejeras y demás expresiones artísticas manuales, la mamá de Tupi decidió tomar unas plumas de esas bastante barrocas con muñequitos que tienen muñequitos en las manos que a su vez tienen muñequitos en sus manos.
Acto seguido le preguntó a una de estas "serviciales muchachitas" sobre el uso de estas plumas. -¿si pintan?- dudando que una pluma tan adornada fuera útil más allá de su apariencia ornamental. La niñita en cuestión tomó la pluma y en una libreta pintó varias rayas sin sentido.
- Ahora llévese la pluma y pague la libreta- balbuceó la vendedorcita de cuarta, a lo que mi suegra se negó. Una pequeña batalla verbal comenzó hasta que llegó una "supervisora", un año más grande que esta otra malencarada escuincla.
Para sorpresa mía, mi suegra no contestó ni repeló nada, simplemente no pagó.
Cuando me enteré, comenzó esta experiencia extrasensorial incosciente, con cada palabra se enardecían más mis ideas hasta que fui transportado a un mundo paralelo, en el que se tenía que hacer algo respecto a la gentuza como ésta.
Pregunté ¿quién es la vieja que te hizo esto? - Ya no importa - contestó mi suegra. ¿Cómo que no importa? repliqué. Como no había nada qué hacer porque la mona en cuestión desapareció, nos fuimos, pero mientras caminábamos al estacionamiento, fui construyendo esta historia, lo que debió pasar y la tunda que debió recibir la susodicha.
He aquí esta vía paralela a la realidad:
"Entré a la tienda buscando a la "supervisora", quien cotorreaba en la trastienda con otras de las que deberían estar atendiendo, le cuento la situación, parece que regañará en nuestra presencia a la vendedora, pero sólo nos comenta que lo hará. Enojado por una risita que soltó dicha vendedorsilla, agarré uno de los anaqueles de joyería y accidentalmente tropecé con él. - tiene que recogerlo - dijo la vendedora, sólo salí de la tienda y solté una risita idéntica a la que había hecho momentos antes".
Tal vez no fue muy gallito, pero alivió mi ira. Al llegar al estacionamiento, yo ya lo había olvidado.
Próximamente escribiré la 2a entrada de esta temática:
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Pasos psicóticos
Llegamos a una de esas tiendas, comandada por niñas de apenas 18-20 años, cuya mercadería china es apreciada por mucha gente, incluídas las mujeres y niñas de la alta sociedad...dicen que ahí encuentras TODO lo que esta de MODA.
Así que entre collares, pulseras doradas, aretes más grandes que la oreja de un elefante, libretas, bolsas, sellos, dulces, orejeras y demás expresiones artísticas manuales, la mamá de Tupi decidió tomar unas plumas de esas bastante barrocas con muñequitos que tienen muñequitos en las manos que a su vez tienen muñequitos en sus manos.
Acto seguido le preguntó a una de estas "serviciales muchachitas" sobre el uso de estas plumas. -¿si pintan?- dudando que una pluma tan adornada fuera útil más allá de su apariencia ornamental. La niñita en cuestión tomó la pluma y en una libreta pintó varias rayas sin sentido.
- Ahora llévese la pluma y pague la libreta- balbuceó la vendedorcita de cuarta, a lo que mi suegra se negó. Una pequeña batalla verbal comenzó hasta que llegó una "supervisora", un año más grande que esta otra malencarada escuincla.
Para sorpresa mía, mi suegra no contestó ni repeló nada, simplemente no pagó.
Cuando me enteré, comenzó esta experiencia extrasensorial incosciente, con cada palabra se enardecían más mis ideas hasta que fui transportado a un mundo paralelo, en el que se tenía que hacer algo respecto a la gentuza como ésta.
Pregunté ¿quién es la vieja que te hizo esto? - Ya no importa - contestó mi suegra. ¿Cómo que no importa? repliqué. Como no había nada qué hacer porque la mona en cuestión desapareció, nos fuimos, pero mientras caminábamos al estacionamiento, fui construyendo esta historia, lo que debió pasar y la tunda que debió recibir la susodicha.
He aquí esta vía paralela a la realidad:
"Entré a la tienda buscando a la "supervisora", quien cotorreaba en la trastienda con otras de las que deberían estar atendiendo, le cuento la situación, parece que regañará en nuestra presencia a la vendedora, pero sólo nos comenta que lo hará. Enojado por una risita que soltó dicha vendedorsilla, agarré uno de los anaqueles de joyería y accidentalmente tropecé con él. - tiene que recogerlo - dijo la vendedora, sólo salí de la tienda y solté una risita idéntica a la que había hecho momentos antes".
Tal vez no fue muy gallito, pero alivió mi ira. Al llegar al estacionamiento, yo ya lo había olvidado.
Próximamente escribiré la 2a entrada de esta temática:
De la realidad alterna y los mundos paralelos - Pasos psicóticos
De la realidad alterna y los mundos paralelos.
Por fin, después de meses de sequía literata, he decidido comenzar el año con una temática nueva en el blog. De ahora en no sé cuánto tiempo, empezaré a escribir sobre aquellas historias que nos creamos en la cabeza después de acontecido un hecho común y corriente.
¿Les ha pasado que al caminar por la calle ya de regreso de la oficina, escuchan tras de ustedes unos pasos y se imaginan una historia de quién es el personaje, sus intenciones (generalmente fatalistas) y sobre lo que ustedes harían al respecto?
O tal vez, cuando vas en el auto, un loco se te mete y en la vida real no haces nada, pero imaginas cómo sería llegar y darle un buen llegue con tu auto, o que tienes una hummer y le echas lámina, para que sepa que nadie se mete contigo sin sufrir las consecuencias.
Este post sólo fue una mera introducción a esta nueva temática, muy pronto, tal vez en unos minutos, postearé la primera historia de una realidad alterna y mis mundos paralelos.
¿Les ha pasado que al caminar por la calle ya de regreso de la oficina, escuchan tras de ustedes unos pasos y se imaginan una historia de quién es el personaje, sus intenciones (generalmente fatalistas) y sobre lo que ustedes harían al respecto?
O tal vez, cuando vas en el auto, un loco se te mete y en la vida real no haces nada, pero imaginas cómo sería llegar y darle un buen llegue con tu auto, o que tienes una hummer y le echas lámina, para que sepa que nadie se mete contigo sin sufrir las consecuencias.
Este post sólo fue una mera introducción a esta nueva temática, muy pronto, tal vez en unos minutos, postearé la primera historia de una realidad alterna y mis mundos paralelos.
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